Del Palacio de la Virreina a la Plaza Real

El palacio de la Virreina es considerado el modelo más acabado y perfecto de la arquitectura civil catalana de la segunda mitad del siglo XVIII. Las obras dirigidas por el escultor y arquitecto Carles Grau, se iniciaron el 1775. Este palacio fue encargado por quién era el virrei de Perú, pero su muerte provocó que se lo quedara la viuda Maria Francesca y por eso es llamado Palacio de la Virreina. En 1941 fue declarado monumento nacional. Actualmente es la sede del área de cultura del ayuntamiento de Barcelona. También es hacen exposiciones temporales y en el patio interior se pueden ver los Gigantes de esta ciudad.

 

Seguimos andado y llegamos a una de las zonas más populares de la rambla, el Mercado de “Sant Josep” más conocido como “La Boqueria”. Es un conjunto de calles cubiertas donde se puede comprar todo tipos de productos frescos. Su superficie se de 2.583 m² y encontramos más de 300 paradas. 

Cuando entramos a aquel mercado, todas nos quedamos boquiabiertas. No sabíamos dónde mirar. Veíamos tantos colores, tanta fruta, tanta gente… era impresionante. Entre toda aquella multitud, podíamos distinguir el bar Pinocho, donde se sirvió por primera vez el conocido “biberón”; que es un café con leche condensada.

Andando por la rambla dirección mar, pisamos el famoso mosaico del “Pla de l’Ós”. Es una obra de Joan Miró hecha en 1976. Si desde aquel mismo punto levantamos la mirada, vemos como el arte oriental también dejó marca en nuestra ciudad. La Casa Bruno Cuadros, llamada popularmente como “Casa de los Paraguas”, fue construida por el arquitecto Josep Vilaseca en 1883. Antiguamente era una tienda de paraguas muy famosa.

Ahora toca adentrarse a averiguar que es este espectacular edificio llamado “Liceu”… Barcelona tenía la necesidad de crear un conservatorio de música y, en el antiguo convento de “Montsió”, se hizo posible ese deseo. Tuvo tanto éxito que se construyó un nuevo teatro que ha perdurado durante más de un siglo y medio en el solar del antiguo convento de “les Trinitaries” en la Rambla. El 31 de Enero de 1994, hubo un gran incendio que destruyó la sala y el escenario. Se reconstruyó este emblemático edificio con una apariencia al anterior pero con una infraestructura técnica mucho más avanzada y también se amplió su tamaño. El 7 de Octubre de 1999 volvió a abrir las puertas. Actualmente sigue siendo un teatro de ópera pero también encontramos ballet y conciertos.

Obras actuales

Del “Liceu” a la “Plaça Reial”… Un lugar que siempre está ocupado, turistas de día y jóvenes, o no tan jóvenes, por la noche. Pero dejemos de centrarnos en las fiestas y vamos a conocer la historia de esta gran plaza. Si observamos este magnífico lugar, lo que más nos puede llamar la atención son estas dos farolas tan grandes que encontramos entre la fuente. Son obra del arquitecto modernista Antoni Gaudí. Fueron uno de sus primeros trabajos en su vida artística. 

Y ahora, vamos a centrarnos en el monumento más grande de este lugar, la fuente. Todo el mundo puede pensar que es la típica fuente donde tiras una moneda pidiendo un deseo y se cumple… pero esta es mucho más que esto. Detrás de ella hay una larga historia que ahora resumidamente explicaré: Principalmente en medio de aquella plaza, se puso un monumento en honor a alguien importando en aquella época (cómo todos...). Pero los ciudadanos lo rompieron a pedradas, entonces es decidió hacer otro monumento y ve por dónde, se decidió poner esta famosa fuente. A la estructura podemos encontrar las Cáritas: Aglaia, Eufrósine y Talia, diosas del encanto, la creatividad y la fertilidad. Las encontramos representadas espalda con espalda y con las manos entrelazadas, como una danza. Hay dos que miran en una dirección y la del medio en dirección opuesta, por eso se denominan “Les Tres Gràcies”, nombre de la fuente también. Pobre fuente… nadie quería su presencia y la trasladaron a la Rambla del “Poblenou” pero no gustó y fue devuelta a su lugar original.